Derecho a la preparación integral y la máxima protección
El derecho a la preparación integral y la máxima protección se refiere al derecho de todas las personas a recibir una educación completa y de calidad, así como a contar con medidas de protección adecuadas para garantizar su bienestar y seguridad en todos los aspectos de la vida. Este derecho está reconocido en diversos instrumentos internacionales de derechos humanos, como la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño.
La preparación integral implica que las personas tengan acceso a una educación que les permita desarrollar todas sus capacidades y habilidades, tanto intelectuales como emocionales y sociales. Esto incluye la adquisición de conocimientos, habilidades y valores que les permitan desenvolverse de manera plena en la sociedad y contribuir al bien común.
Por otro lado, la máxima protección se refiere a la obligación de los Estados y de la sociedad en general de garantizar la seguridad y el bienestar de todas las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, como los niños, las personas mayores, las personas con discapacidad, entre otros. Esto implica la adopción de medidas de prevención, asistencia y protección para asegurar que nadie se encuentre en riesgo de sufrir daños o violaciones a sus derechos fundamentales.
En resumen, el derecho a la preparación integral y la máxima protección es fundamental para garantizar el desarrollo pleno y la dignidad de todas las personas, y es responsabilidad de los Estados y de la sociedad en su conjunto asegurar su cumplimiento.