España en su máxima expansión
La máxima expansión de España se produjo durante los siglos XVI y XVII, cuando el país alcanzó su apogeo como potencia mundial. En ese período, España controlaba un vasto imperio que se extendía por América, Europa, África y Asia. El imperio español incluía territorios como México, Perú, Filipinas, partes de Italia, los Países Bajos y Portugal, entre otros.
Esta expansión fue posible gracias a la exploración y conquista de nuevos territorios por parte de los exploradores españoles, como Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Francisco Pizarro. Sin embargo, a medida que el imperio crecía, también surgieron tensiones internas y externas que eventualmente llevaron a su declive.
A pesar de su extensión geográfica, la máxima expansión de España también estuvo marcada por conflictos, guerras y problemas económicos que debilitaron su posición como potencia dominante. Finalmente, a partir del siglo XVIII, el imperio español comenzó a desmoronarse y perdió gran parte de sus territorios en guerras de independencia y conflictos internos.