Frecuncia máxima de un sistema de control
La frecuencia máxima de un sistema de control está determinada por la frecuencia de corte del sistema, que es la frecuencia a la cual la respuesta en frecuencia del sistema cae a -3 dB respecto a su valor en la banda de frecuencias bajas. Esta frecuencia de corte está relacionada con la velocidad de respuesta del sistema y su capacidad para seguir cambios rápidos en la señal de entrada.
La frecuencia máxima de un sistema de control depende de varios factores, como la dinámica del sistema, la ganancia del controlador, la frecuencia de muestreo en sistemas digitales, entre otros. En general, se busca que la frecuencia máxima sea lo suficientemente alta para garantizar una respuesta rápida y precisa del sistema, pero sin introducir inestabilidades o problemas de margen de fase.
En sistemas de control clásicos, se suele diseñar el sistema para tener una frecuencia de corte lo más alta posible dentro de los límites de estabilidad y rendimiento requeridos. En sistemas de control modernos, como los sistemas de control digital, la frecuencia máxima está limitada por la frecuencia de muestreo y la capacidad de procesamiento del sistema.
En resumen, la frecuencia máxima de un sistema de control depende de varios factores y se determina en función de los requisitos de rendimiento y estabilidad del sistema.