Peninsula iberica en máxima expansión territorial en la edad moderna
Durante la Edad Moderna, la Península Ibérica experimentó su máxima expansión territorial con la formación de los imperios coloniales de España y Portugal. Ambas potencias marítimas exploraron y colonizaron vastas regiones en América, Asia y África, extendiendo su influencia y dominio a lo largo de varios continentes.
España, bajo los Reyes Católicos y posteriormente con el Imperio de Carlos V y Felipe II, alcanzó su máximo esplendor territorial con la incorporación de territorios como el Reino de Nápoles, Sicilia, los Países Bajos, partes de Italia y la expansión en América con la conquista de vastos territorios en el continente americano.
Por su parte, Portugal también expandió su imperio colonial con la exploración y colonización de Brasil, así como la creación de rutas comerciales en Asia y África, estableciendo un vasto imperio que abarcaba territorios en varios continentes.
Esta expansión territorial de la Península Ibérica en la Edad Moderna tuvo un impacto significativo en la historia mundial, ya que contribuyó al intercambio cultural, económico y social entre Europa, América, Asia y África, así como al surgimiento de nuevas potencias coloniales en el escenario internacional.