Pruebas de ejecución máxima
Las pruebas de ejecución máxima, también conocidas como pruebas de carga, son pruebas que se realizan para evaluar el rendimiento de un sistema bajo condiciones de carga máxima. Estas pruebas simulan situaciones en las que un gran número de usuarios acceden al sistema simultáneamente o se realizan operaciones intensivas que ponen a prueba la capacidad del sistema para manejar la carga.
Algunos ejemplos de pruebas de ejecución máxima incluyen:
1. Simulación de un gran número de usuarios accediendo al sistema al mismo tiempo para evaluar la capacidad de respuesta del sistema.
2. Realización de transacciones intensivas, como procesamiento de grandes volúmenes de datos, para evaluar la capacidad de procesamiento del sistema.
3. Simulación de picos de tráfico para evaluar la capacidad de escalabilidad del sistema.
4. Pruebas de estrés para evaluar cómo responde el sistema ante condiciones extremas de carga.
Estas pruebas son importantes para identificar cuellos de botella, problemas de rendimiento y posibles fallas en el sistema bajo condiciones de carga máxima. Ayudan a garantizar que el sistema pueda manejar la carga esperada sin experimentar problemas de rendimiento o caídas.