Concentración máxima inhibitoria
La concentración máxima inhibitoria (CMI) es la concentración más baja de un agente antimicrobiano que inhibe el crecimiento de un microorganismo específico. Se utiliza para determinar la eficacia de un medicamento en el tratamiento de infecciones bacterianas, fúngicas u otras infecciones causadas por microorganismos.
La CMI se determina mediante pruebas de laboratorio, como la dilución en agar o la dilución en caldo, donde se expone el microorganismo a diferentes concentraciones del agente antimicrobiano y se observa en qué concentración se produce la inhibición del crecimiento.
La CMI es un parámetro importante para guiar el tratamiento antimicrobiano, ya que permite determinar la sensibilidad de un microorganismo a un determinado medicamento y ajustar la dosis en consecuencia para lograr una efectividad óptima en el tratamiento de la infección.