Pendiente máxima en ferrocarril
La pendiente máxima permitida en un ferrocarril varía según el país y la normativa específica de cada red ferroviaria. En general, la pendiente máxima en ferrocarriles convencionales suele estar entre el 1.25% y el 2%, lo que significa que por cada 100 metros de vía horizontal, la vía puede elevarse entre 1.25 y 2 metros.
Sin embargo, en líneas de alta velocidad o en tramos especiales, la pendiente máxima puede ser mayor, llegando hasta el 4% en algunos casos. Es importante tener en cuenta que una pendiente muy pronunciada puede afectar la seguridad y la eficiencia del transporte ferroviario, por lo que se establecen límites para garantizar un funcionamiento adecuado de la red.