Test de ejecución máxima o típica
Un test de ejecución máxima o típica es una prueba que se realiza para determinar el rendimiento máximo o típico de un sistema, aplicación o dispositivo bajo condiciones de carga máxima o uso normal. Este tipo de prueba ayuda a identificar posibles cuellos de botella, problemas de rendimiento y limitaciones del sistema.
Para llevar a cabo un test de ejecución máxima o típica, se simulan condiciones de uso intensivo o uso normal del sistema, como por ejemplo, un gran número de usuarios accediendo simultáneamente a una aplicación web, realizando transacciones o procesos intensivos en recursos.
Durante el test, se monitorea el rendimiento del sistema, como la velocidad de respuesta, la utilización de recursos como CPU, memoria y almacenamiento, y la estabilidad del sistema bajo carga máxima o uso normal. Los resultados obtenidos ayudan a los desarrolladores a optimizar el sistema y garantizar que pueda manejar la carga máxima o el uso típico de manera eficiente y sin problemas.