Caida de tensión máxima permisible
La caída de tensión máxima permisible en un sistema eléctrico suele estar determinada por normas y estándares específicos, como por ejemplo la norma IEC 60038. En general, la caída de tensión máxima permisible suele ser del 5% para instalaciones industriales y del 3% para instalaciones comerciales y residenciales.
Esto significa que la caída de tensión desde el punto de suministro hasta el punto de consumo no debe superar el 5% o 3% respectivamente, con el fin de garantizar un funcionamiento adecuado de los equipos eléctricos y una distribución eficiente de la energía eléctrica.
Es importante tener en cuenta la longitud de la instalación eléctrica, la sección de los conductores, la carga eléctrica y otros factores que pueden influir en la caída de tensión. En caso de que la caída de tensión supere los límites permitidos, se pueden tomar medidas como utilizar conductores de mayor sección, reducir la distancia entre el punto de suministro y el punto de consumo, o instalar dispositivos de compensación de energía reactiva.